Alta en el cielo

Parece un martillo a punto de golpear, una catapulta a punto de disparar, una pala a punto de enterrarse en las nubes. La grúa se recorta en el cielo y, a veces, las cosas no son del todo lo que parecen.

Espera

¿Qué puede esperar una paloma? ¿Qué hace cuando no tiene nada que hacer? ¿Qué observa, qué piensa? ¿Sabrá que el día aún no termina y estará planificando su labor? ¿O sólo descansa, haciendo nada, pensando en nada? Hay veces en que quisiera ser paloma...

Divisor de nada

Si nada estuviese separando lo público de lo privado, si el adentro fuese igual al afuera, ¿qué función cumpliría este divisor de nada? Hay ocasiones en que el hombre se empecina en convertir lo que no es en lo que es.

El tratamiento de la imagen incluye un método para emular un único JPG en un sutil HDR.

(Ver) la vida pasar

Uno tiende a ignorar las pequeñas cosas que le alegran una partecita de la vida. Me encanta tomar un café con leche cuando la noche empieza a caer, con una rosquita o una buena porción de torta. Y algunos ventanales son ideales para ver la vida pasar, siempre tan apurada.

El cielo en mi parquet

Bueno, al menos un pedacito. No pude evitar la tentación de fotografiar el brillante parquet (aunque ahora se diga parqué) recién lustrado y plastificado.

Una lucha desigual

Tekila se cruzó en encarnizada pelea contra una mosca. El resultado fue el de siempre: nadie sabe quien ganó (probablemente el insecto) pero ella se ve muy divertida.

Bloque celeste

Las nubes avanzaban en bloque y yo probaba entrando y saliendo con el zoom. Finalmente me decidí por la foto anterior, porque narra otras cosas, deja ver las palomas y el contraste es más poderoso. Pero esta imagen tiene otra visión de las cosas: es el día que se va, el cielo despejado que se cubre de nubes, la ciudad recortada en claroscuro mientras todo pasa allá arriba. También me gusta mucho.

Allá donde vaya la luz

"Allá donde vaya la luz" (en Flickr)

¿Cómo resistirse al avance en bloque de unas nubes irregulares en pleno atardecer, con el sol poniéndose casi perezosamente y dibujando estrías en el azul del cielo, mientras las palomas dibujan trazos caprichosos? La tentación me llevó a disparar al menos treinta veces. Un par de fotos interesantes tenían que salir.

Siempre escribo textos pretenciosos en Flickr: 

"Cae la tarde. Desde el oeste crece una tormenta, al menos las nubes amenazan con cubrir la ciudad. Los pájaros persiguen los últimos destellos de luz. Ya es hora de buscar un lugar cómodo donde pasar la noche."

Tonos y luces

La fuerte presencia de amarillos y azules revelan un día soleado, donde lo más impensado podría ser esa luna perfecta dibujándose contra el cielo diáfano.

Retrato en el bar

Fue una foto robada en un instante al desprevenido comensal, poco afecto a los retratos. Los detalles contribuyeron con la imagen final. El rostro en el fondo no roba la atención gracias al movimiento, pero aparece con más fuerza en el reflejo de los anteojos del modelo en primer plano. Y sí, ese gesto es el que muestra todo el tiempo, lo identifica cabalmente.

Panorámica en el bar

Fue un experimento satisfactorio. La función panorámica de Wendolin (Nikon 3200) ya había sido testeada con éxito en lugares abiertos, con mucho espacio. Intenté una falsa panorámica un poco más cerrada y quise retratar mi cuadra completa, de esquina a esquina, pero los autos estacionados destrozaban la perspectiva. Finalmente, esta panorámica con muy poco margen de desplazamiento funcionó muy bien.

Juguete

La sonrisa escondida tras la Nikon demuestra que la cámara es el mejor chiche que le podían prestar para jugar un rato.

Colectivo peronista

Probablemente no haya nada de peronista en la chica del colectivo. Ya sea que vaya a una murga o a una manifestación, no todos los días uno tiene que recorrer el pasillo de ómnibus esquivando un bombo.

Cara de velocidad

La poca respuesta en velocidad de Wendolin ante la luz del fluorescente dan una idea de mucho movimiento, pero la imagen gana fuerza con los marcados rasgos de la cara. Este pequeño hombre supo ser mi jefe e, incluso de buen humor, no pierde esos rasgos de bulldog.

Sangre en el súper

Por supuesto, la sangre no era humana, sino de algún corte de carne mal empaquetado. Pero la imagen no deja de tener cierta carga siniestra.

Composé

Un excelente muestra de mal gusto a la hora de elegir la vestimenta, aunque con cierto criterio para combinar entre ambos.

Viene el humo

Desde hace un tiempo, la quema de pastizales en las islas de Entre Ríos significaron una molestia cotidiana en Rosario. No suele ser fácil exponer en una foto el ambiente enrarecido cuando el humo invade la ciudad. El humo no había llegado y la espléndida tarde amenazaba con arruinarse.

Modelos profesionales

La sesión de fotos en la plaza del Aguaribay ya había terminado. Todo muy profesional, el modelo bien producido, el fotógrafo con una máquina de esas que dan envidia, la asistente con toda la utilería que llevan las asistentes. Pero, cuando se iban, un perro callejero se reveló como modelo, el modelo "humano" se dejó llevar y el fotógrafo no se quiso perder las mejores tomas de la tarde.

Sigilosa

La perra recorre el flamante pulido y plastificado del parqué (ahora parquet se escribe así). Todo se ve distinto. La luz es engañosa.

Arriba, entre las copas verdes

La montañita del Rosedal del Parque Independencia, tratando de que no se vea siempre tan igual, siempre tan arriba de la montañita, siempre tan sola, siempre aburrida.

El sol en la glorieta

No hay mucho por explicar: los rayos de sol se colaban en la glorieta y el contraluz brinda ese efecto de agobiante calor y resplandor habitual.

Libertador por las ramas

Tan orondo y ceremonioso, San Martín parece cabalgar las copas de los árboles del Parque Independencia. Quise lograr una imagen casi burlona, probablemente sea otra foto de estatuas.

Silencio

La pareja en el muellecito del laguito del parque se notaba en silencio. Parecían tristes, quizás habían peleado, a lo mejor solamente estaban callados, como tantas parejas. Probablemente en un día nublado hubiese sido una buena postal nostálgica. Y el título sería otro.

Desde el laguito

Estoy algo cansado de las fotos del laguito del Parque Independencia (Rosario, AR). Es que los días soleados son una invitación a la fotografía, y siempre dan ganas de ir por otra toma de los patos, los pececitos, los puentes, los botecitos, las plantas, la gente... Quise buscar un ángulo distinto, como si la foto hubiese sido sacada desde adentro mismo del lago. Casi parece una inundación.

Como elefantes

Otra vez son las palmeras Washingtonias del Parque Independencia (Rosario, AR), pero a mí me parecen patas de elefante. Esbeltos, todos en filita, en simetría perfecta... elefantes raros.

Orden y progreso

Las palmeras Washingtonias del Parque Independencia son una permanente invitación a la fotografía. Todo ese esplendor en una hilera casi perfecta resulta irresistible en una tarde soleada de invierno.

Washingtonia

"Washingtonia" en Flickr

La perspectiva contrapicada de la palmera siempre es efectiva. Poco original, pero efectiva.

Siempre escribo textos pretenciosos en Flickr:

"Las palmeras están para recordarnos qué tan chiquitos somos.

(Fotonato ya me retó por mis confusiones con los nombres de los árboles. En esta casi no tengo dudas: Washingtonia Robusta, que pese a su nombre y al ángulo de la toma, no es tan robusta como se hace llamar)"

Tráfico en construcción

Las obras en construcción suelen tener muy poco respeto por los vecinos. Pero no haya nada como un obrero oficiando de agente de tránsito para que ingresen los camiones con materiales. En Montevideo e Italia ni siquiera respetaron el sentido de circulación.

El mismo horizonte

El mismo horizonte (en Flickr)

Primero imaginé una imagen con pedacitos de playa compartiendo horizonte. Caí inevitablemente en mi archivo de Rio y Búzios. Finalmente me di cuenta de que era una buena síntesis de la forma en que los cariocas disfrutan de la playa: no importa si comparten Copacabana con miles de turistas o están solos en Prainha, cada uno vive en su propio mundo.

Siempre escribo textos pretenciosos en Flickr:

"Cada uno vive la playa como quiere en Rio de Janeiro."

La abeja del flete

El flete era añoso, destartalado. Detrás del volante iba el típico asesino borracho de las películas de Hollywood, sólo que en Argentina esos hombres son fleteros. Se detuvo frente a la cancha de Central para asegurar el mueble que viajaba en la cajuela, con lo que completaba (para quien pudiera verlo desde afuera) una escena bizarra. Era el momento exacto para fotografiar a la abejita que colgaba junto al parabrisas, la misma que se había hamacado frente a mi nariz en cada bache del camino. Quizás debería haberle pedido al fletero que posara con la abejita para una foto.

Simón duerme (II)

La foto anterior fue testimonial, no podía dejar de retratar a Simón durmiendo de parado en el Citröen. Pero no hay nada que me guste más de un chico que esas manitos ínfimas, carnosas, tiernas, siempre listas para hacer alguna picardía. Simón, entre sueños, las ofrecía para la foto, con la luz perfecta.